REGIÓN AMAZÓNICA

LAGUNA DE AÑANGO

                                            
                                           La laguna más viva del mundo
La comunidad kichwa de Añango mantiene en equilibrio la conservación de sus tradiciones ancestrales y la práctica de ecoturismo responsable dentro de la reserva biodiversa más grande del mundo, el Parque Nacional Yasuní.
La comunidad se asienta alrededor de la laguna de Añango, a dos horas de Francisco de Orellana por vía marítima. El agua negra y poco sedimentada crea un espejo en el que se reflejan verdes pantanos en los que monos, reptiles y aves residen en un hábitat casi inalterado.
Guías nativos y naturalistas organizan expediciones a pie y en bote durante las que se puede observar aves y animales al igual que recibir la instrucción de conocimientos ancestrales como el uso medicinal de plantas endémicas. Se pueden planificar distintas excursiones que inician al amanecer o al atardecer de acuerdo con las condiciones climáticas de la selva amazónica y de las expectativas del visitante.
Los excursionistas pueden alojarse en cabañas privadas con servicios de restaurante y un bar elevado desde donde aprecia el bosque amazónico y las montañas de los Andes. Este centro de alojamiento funciona con energía solar y bajo el emprendimiento comunitario.
El recorrido de esta laguna se puede complementar con un trayecto por el río Napo a través de distintos emprendimientos comunitarios como el campamento Iripari que posee cabañas tradicionales y el Centro de Supervivencia Nativa Santa Teresita, en donde se pueden observar demostraciones de destrezas kichwas para cazar o pescar en la selva.


IRIPARI - ZANCUDO COCHA


                                              Entre la tradición kichwa y la selva
Dentro de la Reserva de Producción Faunística de Cuyabeno, el campamento Iripari combina la observación de fauna y flora con la experiencia de compartir los ancestrales conocimientos de la comunidad kichwa.
Este pequeño poblado se dedica de forma primordial a la pesca y la caza al igual que mantiene sus tradicionales viviendas y formas de relación con la naturaleza. El campamento para los viajeros comprende una estructura típica de dos plantas.
A lo largo de las caminatas, se puede realizar demostraciones de supervivencia en la selva a partir de la caza y de la recolección de frutas. El transporte se realiza a partir de quillas construidas por nativos.
El visitante se hospeda durante varios días dentro del territorio de la comunidad y realiza caminatas alrededor de distintas lagunas y senderos con el apoyo de un guía nativo que crea recorridos especializados de acuerdo a los intereses del turista.
Las instalaciones incluyen alojamiento en carpas en un espacio cercano a la comunidad, lo cual respeta la convivencia de los visitantes con los nativos. Asimismo, existe la instalación de luz eléctrica a través de paneles solares y servicios completos de alimentación.
El campamento es administrado por la comunidad kichwa y es parte de un recorrido mayor a través del río Napo y del río Aguarico que se puede realizar a lo largo de una semana. Un viaje más extenso incluye la visita al Centro de Supervivencia Nativa en la comunidad de Santa Teresita.


LA CUENCA DEL AGUARICO


                                        La selva amazónica desde la mirada kichwa
La experiencia de recorrer la selva amazónica de la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno con la guía de nativos y la oportunidad de compartir la vida cotidiana de las comunidades kichwas que habitan la selva tropical a orillas del río Aguarico.
Este recorrido se puede realizar en varios días o incluso semanas, el objetivo en convivir de manera natural con las comunidades kichwas que habitan desde tiempos ancestrales la rivera del Aguarico. El transporte es marítimo, en quillas construidas en un solo tronco de madera y en botes modernos y rápidos.
El campamento de Iripari, en la laguna de Zancudo Cocha, permite el alojamiento de 20 personas, quienes duermen en una estructura de dos plantas. Muy cerca de allí, se encuentra una comunidad kichwa que mantiene sus tradiciones ancestrales.
La comunión entre el foráneo y el nativo se da a través de la preparación de alimentos, la pesca y la caza. De acuerdo con las costumbres de la comunidad, el cazador debe saber cocinar y de plantas medicinales, por lo que la instrucción de los invitados es completa.
En el Centro de Supervivencia Nativa se encuentra en la comunidad napo-runa de Santa Teresita, es el primer eslabón de la ruta del río Aguarico. Esta instalación nativa, tradicionalmente denominada Maloca, es un taller práctico en el que las personas nativas enseñan a foráneos acerca de la pesca, la caza y la defensa con los instrumentos tradicionales del napo-runa.
A 300 km del puerto de Francisco de Orellana, la comunidad de Alta Florencia conduce el centro turístico Sacha Ñampi. A orillas del río, la población es especialista en la recolección de alimentos y la preparación de gastronomía nativa ancestral. Además, la selva cercana posee senderos de acceso nocturno para la exploración faunística.
Los gusanos de chonta, también conocidos como mayones o chontacuros, son una de las singularidades gastronómicas de la provincia de Orellana. La ruta del mayón es una caminata de 45 minutos a través de palmas en donde nativos explican el proceso de crecimiento y obtención de los gusanos.


WAORANI


En la Amazonía ecuatoriana en un territorio de unos 30 mil Km2 entre los ríos Curaray y Napo encuentra hogar la nacionalidad Waorani en las provincias de Napo, Pastaza y Orellana. En 1990 lograron el reconocimiento de su reserva sobre 612.000 hectáreas que colindan con el Parque Nacional Yasuní. Se estima que su población la conforman aproximadamente tres mil habitantes unidos por su lengua propia: el Wao-Terero.
El pueblo Waorani se conforma por quince clanes. El más nombrado es el de los Tagaeri que se encuentra en aislamiento voluntario y estaría relacionado de alguna manera con los legendarios y poco conocidos Taromenane.
La unidad básica de la sociedad waorani es el nanicabo que lo constituyen familias ampliadas compuestas por seis a diez familias nucleares alrededor de un anciano o anciana que viven bajo el mismo techo. La unión de varios nanicabos se denomina huaomoni. Los huaomoni son de carácter endógamo, y los matrimonios se dan entre primos cruzados. Es decir, el varón puede desposarse con una prima hija de algún hermano de su madre o hermana de su padre.
El waorani (wao o huaoo como ellos se autodenominan) tiene un amplio y profundo conocimiento sobre las plantas que existen en su territorio. Su entendimiento de la botánica les permite usar las plantas como venenos, alucinógenos y medicinas. Una de sus habilidades más notorias es la extracción del curare: una neurotoxina potente que usan en sus cerbatanas para la cacería, la pesca y la guerra.
Para el waorani el bosque es su casa y ahí encuentra protección de todo lo externo que en su cosmovisión es inseguro. También cree que los animales tienen alma y en esta creencia basan su respeto hacia ellos. Se consideran descendientes de la unión del jaguar y el águila y se autodefinen como un pueblo guerrero. Cuando los waorani cazan con sus cerbatanas lo consideran una cosecha de los árboles para su alimentación y se restringe a monos, aves y pecarís. En su dieta también son importantes la pesca, la yuca, los plátanos que siembran y la recolección de frutos silvestres.
Su subsistencia se complementa con el uso de la fibra de la palma chambira para la fabricación de tejidos y artesanías que se comercializan principalmente en el Coca y Tena.


 YASUNÍ


                                       Yasuní, el lugar más biodiverso del mundo
En la porción oriental de las provincias de Orellana y Pastaza el Parque Nacional Yasuní es el área protegida más grande del Ecuador continental. Cubre 982.000 hectáreas de bosque húmedo tropical en la región más biodiversa de la Amazonía ecuatoriana.
Es reconocido por ser el lugar con mayor riqueza biológica a nivel mundial, pues alberga casi 600 especies de aves, unas 170 de mamíferos, 150 de anfibios, 120 de reptiles, más de un millar de especies arbóreas y cientos de miles de formas de insectos. Esta gran biodiversidad todavía no está bien conocida y el trabajo de científicos describe repetidamente nuevas especies para la ciencia provenientes de los ecosistemas de Yasuní.
Yasuní es hogar del pueblo Waorani que ocupa una gran porción del parque nacional, allí también viven en aislamiento voluntario los clanes Tagaeri y Taromenane; disidentes Waroani que evitan el contacto con occidente. En la zona norte se extienden asentamientos del pueblo Kichwa y al sur estos conviven con grupos Shuar.
Los atributos biológicos y culturales son el argumento para que en 1989 la UNESCO haya declarado la Reserva de Biosfera Yasuní como un área de especial importancia para la humanidad. Aquí se promueven actividades de manejo comunitario de la biodiversidad para alcanzar formas de vida ambientalmente sostenibles.
El Parque Nacional Yasuní se extiende paralelamente a la cuenca del río Napo y se puede acceder a éste desde Francisco de Orellana (Coca) o Pompeya por vía fluvial a través de los ríos Napo, Tiputini y Yasuní, o en la parte sur por el río Cononaco.

PARQUE NACIONAL SANGAY

              
                                   Un bosque no explorado entre la selva y la cordillera
En una superficie de 502 105 hectáreas, el Parque Nacional Sangay encierra 322 lagunas, tres volcanes y fauna única como la danta de altura y 228 especies de aves. Esta extensión fue declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1983.
El vasto espacio de bosque montano alto permiten la conservación de flora endémica con más de 165 especies tales como el guayacán, el copal y la tagua. El parque contiene territorios inhóspitos en los que aún no se han realizado investigaciones biológicas, lo cual atrae a expertos extranjeros.
Debido a la gran extensión del parque, se ha delimitado en nueve zonas que comprenden distintos atractivos. En la zona de El Placer, el bosque limita entre el páramo y el semitrópico a una altura de 3 800 metros sobre el nivel del mar. Se puede hacer recorridos con guías en los que se acampa en el bosque o en refugios. Este recorrido requiere un buen estado físico y experticia en escalada.
En la confluencia de los ríos Upano y Volcán, a una hora de la ciudad de Macas, un bosque cálido húmedo es hogar de monos, colibríes y una de las mayores concentraciones de orquídeas en el Ecuador. Se requiere una caminata de tres hora con ropa ligera para alcanzar la espesura del bosque en donde se puede practicar regatas y aventurismo.
En el sector de Abanico, a pocos minutos de Macas, el paisaje se transforma en un bosque sub-tropical a una altura de 1 700 metros sobre el nivel del mar. Aquí, los ríos Upano y Abanico se unen para seguir su recorrido hasta el Amazonas. Desde un mirador de fácil acceso se puede admirar la selva amazónica trenzada con la cordillera de los Andes.


 VALLE DE LOS COLLANES


                                         Una laguna enclavada en picos glaciares
En las faldas del extinto volcán El Altar, un valle encantado guarda más de diez lagunas y vegetación de páramo que se mantienen inhóspitas entre los 4 500 metros sobre el nivel del mar y los 3 600 msnm.
Desde este elevado valle se puede observar el volcán, sus picos congelados que forman una media luna. Entre su vegetación de páramo se esconde la laguna Amarilla, así llamada por su agua sulfurosa que nace de las calderas del volcán. El agua de la laguna parece estar suspendida en las montañas ya que se sostiene en un pequeño valle rodeado de quebradas y picos.
El cráter del volcán Altar formó en su última erupción una cadena de picos en forma de herradura, estos son los límites del valle de los Collanes. Las paredes de piedra están cubiertas por mínima vegetación y glaciares que descienden a la caldera.
Desde cada uno de sus picos se vislumbra el campo verde y amarillo de altura, con el volcán Chimborazo como límite. El valle de los Collanes posee un clima frío ya que constituye un bosque de páramos con especies de fauna especializadas a estas condiciones como lobos de páramo, cóndores, venados de cola blanca y pumas de montaña.
Se pueden realizar excursiones de cuatro días hasta una semana a través de las distintas alturas y quebradas del valle en un clima frío y muy cerca de los glaciares. Los paseos incluyen caminos a caballo o mula y senderismo al igual que campamento al aire libre y hospedaje en refugios y haciendas.


VOLCÁN EL ALTAR


                                 Picos congelados encierran una laguna amarilla
El Altar es una montaña con picos agrestes cubiertos de nieve que encierran una laguna en su caldera. Se calcula que su última erupción tuvo lugar en 1460 y que después de siete años de actividad su cima colapsó y se transformó en un conjunto de picos irregulares que forman una herradura.
Este extinto volcán fue nombrado antiguamente con la expresión kichwa Cupac Urcu, que significa "Señor de las Montañas". Los primeros españoles que llegaron al sitio bautizaron a la montaña como El Altar por su particular belleza e incluso dieron nombre a cada uno de sus picos. De norte a sur se hallan El Canónigo, Los Frailes, El Tabernáculo, La Monja Menor, La Monja Mayor, El Obispo y El Acólito.
Dentro de las cimas más complicadas para la práctica del andinismo en Ecuador, el ascenso a los picos de El Altar requiere de experticia y concentración. Los mejores meses para realizar la escalada es entre diciembre y febrero, en la época de invierno cuando la nieve se encuentra más sólida.
El pico más alto, llamado El Obispo, se encuentra a 5 319 metros sobre el nivel del mar. El ascenso se debe cumplir en etapas en las que se debe acampar y caminar en la madrugada. Existe un refugio en el valle de los Collanes en donde desde donde se pueden planificar expediciones en caballo o mula. Estos recorridos no requieren de experticia o de buen estado físico.

 CAPOCUY - RESERVA DE VIDA FAUNÍSTA


La Reserva Biológica Limoncocha está ubicada en la provincia de Sucumbíos, cantón Shushufindi en la margen izquierda del río Napo. Capocuy nombre con la que la bautizaron los Omagua es un enorme espejo de agua, espacio biodiverso rodeado por árboles y verde vegetación del bosque húmedo tropical.
Los Omaguas, la primera tribu que poblo las orillas del río Napo hicieron de esta laguna una despensa viva de alimento, de ella susbtraian especies acuáticas para su alimentación. Restos arqueológicos de este pueblo suponen la existencia de un cementerio o templo ceremonial omagua en este territorio.
Su apacible paisaje esconde entre pantanos permanentes, tierras inundadas, tierra firme y ecosistemas acuáticos una inmensa variedad de especies, en sólo 12 kilómetros cuadrados se han inventariado 347 ejemplares. Bajo el agua caimanes negros se alimentan de peces, en las noches su cuerpo de hasta 6 metros de longitud puede ser visto en las orillas pantanosas.
Sobre las ramas de árboles caídos descansan pequeñas charapas, tortugas que viven amenazadas por la sobreexplotación de sus huevos. La variedad de mamíferos es grande, el mono nocturno y aullador, la guanta, el armadillo gigante, el jaguar.
Las aves encuentran en este humedal un hogar permanente gracias a los nutritientes que la coponen, el azul blanquesino del cielo que la cobija se tintura de los colores de las alas de tortolas azuladas, garzas, gallinetas, colibríes, papagayos, tucanes.
El bosque de tierra firme es una espacio selvático con árboles emergentes de raíces tablares bien desarrolladas y un dosel a más de 40 metros por encima del suelo, formado por ramas que se superponen y de hojas de árboles de ceibo, cedro, guarumo, caripona, moral, guacamayo caspi, laurel, cana brava, platanillo, guabas, pambil.
El Gobierno Nacional la declaró área protegida en 1985, es considera una de las zonas de mayor biodiversidad del mundo.

RESERVA ECOLÓGICA ANTISANA


Desde el poblado de Pintag se llega a los páramos fríos de la provincia de Napo. La reserva ecológica Antisana está a unos 45 km al suroriente de Quito y protege 120 000 hectáreas que se extienden desde las nieves perpetuas del Antisana a 5 758 hasta los 1 200 metros en la región de Cosanga. La reserva tiene como vecinos a los parques nacionales Cayambe-Coca y Sumaco-Napo-Galeras. Entre las tres áreas forman el macizo de conservación más importante en las zonas montañosas de Ecuador.
Los páramos de Antisana mantienen características ecológicas que favorecen la presencia del Cóndor andino y promueven el aventurismo para el avistamiento de estos grandes carroñeros. Las visitas a Antisana frecuentemente resultan en encuentros con cóndores, que en ocasiones llegan a la docena. En 2012, los riscos contiguos a la reserva, donde anidan estos animales, fueron declarados santuario para el ave emblemática del Ecuador.
Los deshielos del nevado alimentan la laguna de La Mica, sus aguas albergan numerosas poblaciones de aves acuáticas altoandinas y a otras tantas migratorias que en el invierno boreal encuentran refugio en el páramo andino. Adicionalmente, existen otras lagunas frías como Santa Lucía, Muertepungo y el Tambo y los flujos de lava en Antisanilla que hacen parte del encanto de este escenario.
En las cercanías de Cosanga, los bosques nublados de la cordillera de Los Guacamayos se llenan de biodiversidad en uno de los sectores con mayor riqueza natural del Ecuador. El valle del río Cosanga alcanza repetidamente los números más altos a nivel mundial en los conteos anuales de aves.


 TENA



Sobre el valle del río Misahuallí, en la zona sur de la provincia de Napo en plena región amazónica del Ecuador, está ubicada San Juan de los dos Ríos de Tena. Su clima es cálido – húmedo y la temperatura promedio es de 25°C.
El Turismo de Aventura es uno de los principales atractivos de la ciudad. 22 Operadoras de Turismo ubicadas en el lugar ofertan diversos servicios guiados y profesionales para quienes quieran practicar deportes extremos.
Es considerado el mejor lugar para realizar deportes en aguas rápidas que permiten adentrarse en las maravillas que esconden los ríos amazónicos como el Jatunyacu y el Bajo Misahuallí. Estas experiencias pueden ser combinadas con excursiones por la selva que permiten apreciar la diversidad de la flora y fauna del Ecuador.
Los ríos situados alrededor de la ciudad forman varias lagunas, como Añangucocha y Limoncocha, hábitat de cientos de especies de flora y fauna. Parte de la población se dedica a la confección de artículos de cuero y adornos de mazapán.



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